Un año de prisión para el acusado de despellejar a Chocolate
El cachorro falleció en febrero del año pasado después de ser brutalmente despellejado y su caso recorrió el mundo a través de las redes sociales.
El peluquero acusado de despellejar al cachorro Chocolate en la localidad cordobesa de San Francisco fue condenado este miércoles a un año de prisión en suspenso y además deberá cumplir tareas comunitarias.
Fue un caso icónico de maltrato animal que ganó trascendencia internacional a través de las redes sociales.
Germán Gómez, de 37 años, en todo momento se declaró inocente. Sin embargo, fue encontrado autor material y penalmente responsable de los delitos de violación de domicilio y de crueldad y maltrato animal.
Chocolate fue despellejado desde la cabeza hasta el lomo.
El fallo fue dictado por la Cámara del Crimen de San Francisco y como la condena a un año de prisión es de ejecución condicional, Gómez continuará en libertad, aunque admitió que pesa sobre él la "condena social".
El acusado dijo sentirse "fuerte" y que "seguirá adelante" con su vida. Además, anticipó que "pronto se sabrá la verdad" sobre el caso.
El perro tenía tres meses, fue despellejado desde la cabeza hasta el lomo y dejado en una casa abandonada del barrio La Milka. Una vecina lo rescató, pero una semana después murió por las heridas causadas.
A través de las redes sociales, el caso tuvo impacto internacional y al animal se lo recuerda con un memorial muy visitado en San Francisco.
La Justicia imputó a Gómez y permaneció detenido durante 22 días. Recuperó su libertad y le aplicaron la pena máxima establecida por la ley para esos cargos.
Como el acusado carece de antecedentes, se dispuso que la pena sea de ejecución condicional, por lo que quedará en libertad.
Para el fiscal Oscar Giecco y los proteccionistas de la entidad querellante Bio Animalis, se reunieron suficientes elementos para demostrar la responsabilidad de Germán Gómez.
Los fundamentos del fallo se conocerán el 13 de junio. El abogado de Gómez no descartó apelar la decisión de la Cámara.
Después del veredicto, los proteccionistas que estaban en el recinto festejaron la decisión de la Cámara.